sábado, 7 de noviembre de 2009

la verdad, lo que se ve.

El ojo percibe verdades, los oidos imparcialidades. Escuchar mucho, ver poco. Ver para creer, y solo creer cuando se demuestre. Ver el bien, el mal, pero sobretodo la realidad; escuchar cosas buenas, cosas malas, y sobretodo mentiras. Confiar en los ojos, y lo que vemos; no en los oidos y lo que nos dicen. Aveces preferimos solo escuchar y cerrar los ojos, para no ver lo real y creernos lo fantástico, ser todo oidos. El oido suele ser vago, se acomoda en lo habitual y se sorprende con lo inesperado mientras que el ojo suele ser impaciente, desea lo nuevo y se aburre con lo repetido. El ojo es asustado con facilidad. Lo que aprendemos con el oido nos impresiona menos que lo que se nos presenta mediante el ojo. El ojo no es el responsable cuando es la mente la que vee por él.

1 comentario:

  1. No te guies por los ojos, ni por los oidos, el mundo de lo sensible es falso siempre. Sigue el metodo empírico, solo aquello que puedas demostrar será cierto.
    (!Ay si Melgar leyera esto¡ xD)

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