utopía o realidad

Boca abajo, boca arriba, áunque se vean las cosas de una manera u otra, la realidad siempre es la misma. Las utopías son fruto de nuestra imaginación. Mediante la ciencia las utopías dejan de ser utopías y se convierten en realidades. La condición para esa realidad es que nuestras utopias sean probables y racionales. Que uno de nuestros deseos se cumpla no significa que todos acaben siendo realidades. Estas utopías, estos lugares que no existen en ningún lugar más allá de los sueños de quienes los imaginan, serán el colofón a todas las reflexiones que nos han ocupado. Reflexiones que, en definitiva, responden a una necesidad completamente humana de desear mundos mejores, más justos y más felices. Necesidad de mejoría y las ganas de acabar con la monotonía que presenta el mundo, y la vida, permiten que cada ser imagine una vida mejor, una vida distinta y una vida a la que no está acostumbrada. Aún así, el deseo y el continuo pensar en estas imaginaciones no siempre se considera sano. Nos hacemos creer que nuestras utopías se convierten en realidades,hasta llegar al punto de no diferenciar la realidad de lo fantástico. La perfección tampoco es lo que realmente deseamos. Como seres humanos, deseamos lo que no tenemos y cuando lo tenemos dejamos de quererlo. Por lo tanto, utópico o real, los deseos nos acaban cansando y nunca se podra llegar a la felicidad absoluta. Siempre hay algo que impide que seamos felices, ya para empezar, el cánon de la felicidad es relativa. Habra cosas que hagan felices a algunos mientras que a otros no consiga nada. Cada vez somos más egoístas y menos humildes, deseamos cosas imposibles pensando que nos haran felices. Cuándo la felicidad, al menos para mí, se alcanza con pequeños detalles. No hay concepto de felicidad, ni de realidad, ni de deseo objetivo. Qué queremos? Ser felices. Qué consideramos cómo felicidad? Para unos significará unas cosas mientras que para otros, todo lo contrario. Por lo tanto, si no hay definición de felicidad ni de lo que nos hace felices, cuando sabremos si llegamos a la felicidad absoluta y verdadera? Será una realidad o una utopía? Nos conformaremos o seguiremos pidiendo más? Nos daremos por satisfechos o no superará nuestras exigencias? Podremos ser felices?